Un ataque de ransomware ha afectado al Centro Médico Universitario (UMC) en Lubbock, Texas, y es bastante grave: ha obligado al hospital a desviar ambulancias a otras instalaciones. El ataque, que se produjo el viernes, ha limitado las operaciones y ha afectado a los servicios de emergencia, aunque la mayoría todavía están en funcionamiento. Como precaución, UMC está redirigiendo a pacientes de emergencia y no urgentes mientras el hospital trabaja con especialistas externos en ciberseguridad para restaurar sus sistemas y determinar el alcance total del ataque. UMC no ha revelado si están cooperando con las autoridades federales, aunque el FBI a menudo ayuda con la recuperación y las negociaciones del ransomware.

UMC es el único centro de traumatología de nivel uno en un radio de 400 millas, por lo que esta interrupción es particularmente peligrosa para los pacientes críticamente enfermos. El hospital detectó actividad inusual en su sistema informático y rápidamente desconectó la red afectada.

Si bien UMC se ha negado a ofrecer más detalles, el ataque refleja una tendencia más amplia de aumento de los ataques de ransomware en instalaciones de atención médica. Este tipo de ataques ha aumentado en número últimamente: dos tercios de los proveedores de atención médica han sufrido un ataque y muchos han pagado para restaurar sus sistemas. No se trata solo de los sistemas de salud: la Universidad de Stanford fue atacada por un ataque de ransomware el año pasado y otro ataque afectó al departamento de producción de una fábrica de Foxconn en México en 2022. Además, los expertos han advertido que las instituciones de salud podrían seguir siendo un objetivo principal debido a la naturaleza confidencial de los datos del paciente y la necesidad crítica de tiempo de actividad del sistema.