Además de los desafíos de mantener a un equipo de desarrollo de software comprometido y productivo, también existe la dificultad de contratar nuevos desarrolladores que realmente agregan valor al equipo. A menudo, como en el caso de mi equipo, estas contrataciones son simplemente para llenar el vacío dejado por otro desarrollador que, inevitablemente, decidió irse.

Esta semana, dimos la bienvenida a un nuevo desarrollador a un equipo ya debilitado por la organización pobre y la gestión de personas.

Llegó lleno de energía y entusiasmo, listo para contribuir. Sin embargo, pasó dos días inactivos, sentado junto a nuestro Scrum Master sin tareas ni orientación. Al tercer día, simplemente se levantó, reunió sus pertenencias y se fue, diciendo que se sentía ansioso porque no estaba siendo utilizado.

¿Cuáles son las posibilidades de que regrese?